CXX
Ejemplo
Dice el árbol,
mejor que llueva
y salga el sol aquí,
porque yo no me voy
a mover.
Tal es su
determinación.
El hombre se cree
otra cosa
CXXI
El consuelo de las piedras
El consuelo de la
piedra
es la confianza que
ofrece.
La ausencia de vida
le da carácter. Digámoslo
de una vez,
una piedra no te va a
comer,
ni de ella esperas
nada,
por lo tanto puede
ser una puerta
a la felicidad.
Que no es un corazón
palpitante,
unas hojas que mece
el viento,
cualquier junco,
se tronche o se
doble,
ante el paso de la
vida.
La piedra, sí,
lo que ves es lo que es.
Cuanta tranquilidad
da eso.
Pero para llegar aquí
has de estar cansado
de aventuras,
hastiado de
esperanzas,
una primavera igual a
un otoño,
saber ver la vida sin
maquillaje,
en su esplendida
vejez,
en su implacable
actuar.
No huir, sino cogerla
de la mano.
No buscando
protección,
sino camaradería.
Mira vida,
he encontrado una
piedra.
Ahora todas las
sorpresas están abolidas.