domingo, 11 de noviembre de 2018

CXX y CXXI


CXX

Ejemplo

Dice el árbol,
mejor que llueva
y salga el sol aquí,
porque yo no me voy
a mover.
Tal es su determinación.
El hombre se cree
otra cosa



CXXI


El consuelo de las piedras

El consuelo de la piedra
es la confianza que ofrece.
La ausencia de vida
le da carácter. Digámoslo de una vez,
una piedra no te va a comer,
ni de ella esperas nada,
por lo tanto puede ser una puerta
a la felicidad.
Que no es un corazón palpitante,
unas hojas que mece el viento,
cualquier junco,
se tronche o se doble,
ante el paso de la vida.
La piedra, sí,
lo que ves  es lo que es.
Cuanta tranquilidad da eso.
Pero para llegar aquí
has de estar cansado de aventuras,
hastiado de esperanzas,
una primavera igual a un otoño,
saber ver la vida sin maquillaje,
en su esplendida vejez,
en su implacable actuar.
No huir, sino cogerla de la mano.
No buscando protección,
sino camaradería.
Mira vida,
he encontrado una piedra.
Ahora todas las sorpresas están abolidas.