XXIII
Quietud y Diferencia in
A Javier Krahe,
topo consciente,
siempre.
Hace ya mucho tiempo,
desde el momento que
sentí
que compartía vida y
muerte
con casi todo en la
Tierra,
si exceptuamos piedras
y mares,
que no puedo mirar
con indiferencia
pero sí inquietud,
a insectos y otros
bichos,
como ese topo, que no
ve,
y come tierra,
forma una familia y
cría hijos.
¿Quién puede afirmar
que no tenga planes y
frustraciones?
¿Quién, que no llegue
un día
en que al morir lo
haga satisfecho,
porque al fin y al
cabo
no le ha ido tan mal?
¡Un topo!
Sí, un topo.
Que cada día en su
pequeño cubículo,
prepara su vida y
hace planes.
Sale a trabajar y
tiene amigos
con los que bebe en
bares modestos,
entre calles acosadas
por rascacielos ajenos.
Cuesta, desde el
palacio, imaginar eso
y aceptar que también
allí
hay risas y
esperanzas.
Algunos de esos
bichos,
como las mariposas,
raramente pasan de
vivir más allá
de una semana.
Y sin embargo que
frágiles y alegres
vuelan.
Peros es así.
Cuesta trabajo pensar
que se trata de tu
palacio,
topera para otros.
Siembra quietud y diferencia
in,
o algo así.
Pero en esa dirección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario