jueves, 3 de marzo de 2016

XXXIV


XXXIV


Naturaleza

La tan mentada naturaleza.

Comer,
defecar,
dormir,
para poder seguir,
comiendo,
defecando,
 con el fin de poder
copular
y
parir.
He ahí la tan traída y llevada
naturaleza.
Aliñada con el Sol y la Luna,
y demás aderezos,
puntos rutilantes
para tenernos entretenidos mientras,
 y esa flora perezosa a su ritmo,
a su tiempo y modo.
Un horror.
¿Y qué más?
¡Dios mío, qué pavor!
¿Dios mío?
¡Qué horror!

No hay comentarios:

Publicar un comentario