martes, 29 de mayo de 2018

CVII


CVII




El furgol en España

A Peter Handke,
Gloria Fuertes y
Muchachito Bombo Infierno


España es un país
rodeado por mucha agua,
muy amante del furgol.
Nacemos con una pelota
en los pies,
en la cabeza y en las manos.
Jugamos a muerte
cuando jugamos al furgol.
Y con una pelota
sabemos cómo tratar
y qué esperar en cada situación.
Si le damos una patada fuerte
y va a parar a Francia,
nos la devuelven sin dar las gracias,
si por el contrario va a parar a Portugal
se la quedan y nos dan las gracias.
Si va aparar a África,
 no vuelve,
como cuando no volvimos nosotros,
pero envía negros, negras y negritos
en condiciones lamentables,
como si fuera de juego continuara la jugada.
Lo preocupante es que cuando va a parar al mar,
todos salimos detrás de ella,
por eso la costa está tan poblada.
Nos cuesta recuperarla, pero siempre,
tarde o temprano la recuperamos
y continúa el partido.
Pero a veces pasan cosas desgraciadas
con el mar, que no es Francia ni Portugal,
pero sí África
y nunca sabes cómo reaccionará,
a veces está encrespado y enfadado
y eso hace que muchos niños
que han acudido a recoger la pelota
sean arrastrados a las profundidades.
Son nuestros niños perdidos,
que después se harán hombres fracasados,
maridos maltratadores,
jefes hijos de puta,
políticos corruptos
y banqueros desalmados.
Toda esa tropa de hombres miserables.
Eso nos pasa porque jugamos
con la pelota, mucho,
y con los niños, poco.
Entonces cuando caen al mar
sabemos qué hacer con la pelota,
para continuar el partido,
pero no qué hacer con los niños,
para poder continuar con la vida.
Algunos dicen que si no tuviésemos
mar, eso no pasaría
y tienen razón.
Pero eso es complicado
porque mover un país es difícil.
Y si lo movieras,
¿A dónde lo llevarías?
Hay agua por todas partes.
Pero eso, los que culpan al agua,
no quieren oírlo.
Terminan diciendo,
que una pelota, un niño,
¿Qué más da?
Yo, eso no lo veo claro,
somos un país de muchas pelotas
pero el agua tiene más.

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