domingo, 15 de noviembre de 2015

XIX



XIX


El cañón de la vida


¡Qué consuelo tan absurdo
da dormir abrazado a un cuerpo!
¡Qué despropósito decir
que amas a tu hijo
que acaba de nacer,
al que no conoces
ni sabes cómo actuará!
La impaciencia de la bala.


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