miércoles, 11 de noviembre de 2015

XVIII




XVIII


Teatro, se ha dicho tantas veces
(Oración para ciscarse)

Al fin y al cabo
todo se reduce a un espectáculo.
Un verdadero,
prolijo,
consistente
y bien hilado
espectáculo.
Porque, no de otra,
se podía haber desarrollado
la obra.
Todos actores y espectadores,
todos actados y espectados.
El guión, implacable.
Entras y sales a tu pesar.
No hay fama, no hay sueldo.
Sólo hay.
Eso es todo.
Algunos traen a cuento la realidad.
Debe estar en su guión.
Son los grandes actores.
A mí me hubiera gustado,
más que otra cosa,
estar en la tramoya.
Pero no dejan,
dicen que es cosa de Dios.
Amén.

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