XVIII
Teatro, se ha dicho tantas veces
(Oración para ciscarse)
Al fin y al cabo
todo se reduce a un
espectáculo.
Un verdadero,
prolijo,
consistente
y bien hilado
espectáculo.
Porque, no de otra,
se podía haber
desarrollado
la obra.
Todos actores y
espectadores,
todos actados y
espectados.
El guión, implacable.
Entras y sales a tu
pesar.
No hay fama, no hay
sueldo.
Sólo hay.
Eso es todo.
Algunos traen a
cuento la realidad.
Debe estar en su
guión.
Son los grandes
actores.
A mí me hubiera gustado,
más que otra cosa,
estar en la tramoya.
Pero no dejan,
dicen que es cosa de
Dios.
Amén.
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