viernes, 9 de diciembre de 2016

LVII

LVII

¿Qué pinta aquí Hopper?

 

Alguien acaba de partir,
alguna noticia parte nuestro corazón.
No somos fuertes,
nada sin la barra de los bares,
guiñapos derrumbados en tumbonas,
apenas soplos de vida acodados
en somieres aún apretados
que roban las esencias de nuestra existencia.
Los puentes, los faros, la casona,
las calles, las rocas, la mies.
No estamos allí,
nos hemos ido a los bares, las estaciones,
alguien, solitario en una habitación,
ha de venir.
Y por eso,
está todo el mundo esperando.
Esta situación es insostenible,
hablando del trabajo,
hablando del tiempo,
cargados de otras opiniones,
dicen, confesiones,
pero sólo te puedo decir
-Anoche soñé que era un maniquí
y no puedo hablarte
de los pasos secos de los sueños.
Si llueves, si lloro, agua,
si te lamentas mis pasos siempre son secos, agua.
¿Es que hay algo que te interese?
¿O vas a salir corriendo
por todo ese mundo vacio
en el que no estamos?
¿Te lanzarás por fin de cabeza contra la ausencia?
 Está el hombre esperando, y vio que estaba solo,
y entonces la mujer también esperó.
La mujer esperó al hombre.
El hombre sólo esperaba.

Si la mujer
espera
al hombre y el hombre no sabe lo que
espera,
la mujer no sabe lo que
espera.


Son las estúpidas que siempre piensan
que volverán cuando andan por los bares
o se quedan en las oficinas,
haciendo algo rutinario,
para no acudir a la cita, como un saltador al borde
del vacío.
Leen, toman café, hablan entre sí,
mientras tu dictas y tienes en mente una casa gris,
una amante resignada,
un perro atento y la hierba agostada.
A home.
Ella se quiere ir
pero tú sólo quieres dictar.
Tu coartada.
Al principio tenía gracia
era como un trabajo con su recompensa,
después te quedabas relajado,
relajado y triste, como si te hubieran despojado.
Puedo ser que ahora lleguemos más rápidamente
a cualquier lugar,
que sea más cómodo nuestro vivir,
pero siempre estamos soslayando lo importante.
Si llueve deja que llueva, no lo menciones, no llores,
sólo di cómo te sientes.
Si eres feliz, si la soledad te molesta,
si vas a venir a follar,
si sabes lo que quiero de ti, lo que sea,
lo que sea, di sólo como te sientes,
pero no digas nada de la lluvia, ni de mis lágrimas.
 Sobre todo si está lloviendo,
que parece que alguien por fin se acuerda de ti.

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