LXXXI
La impuntualidad: The best
He llegado un poco
pronto
y les sorprendo otros
de los que serán
cuando
estemos en el momento
en que me esperaban.
Eso es importante.
La imagen que tengo
de
ellos,
claro que ellos,
al verme
y no ser los mismos
que serán
cuando llegue el
momento
en que hemos quedado
para vernos
tampoco verán en mí
el que yo seré
cuando preparados
para mi llegada
estén dispuestos.
Es decir, yo soy el
que
debía llegar después,
ante ellos,
cuando estuvieran
dispuestos,
pero el encuentro
inesperado
ha sido fértil,
pues yo al verles por
anticipado,
les he visto otros,
y ellos al verme
desde otros
me han visto antes.
De modo que al llegar
el momento real del
encuentro,
nos hemos mirado,
con más compasión y
humildad,
y con menos posibilidades
en general.
De ahí el valor de la
puntualidad.
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