II
He
conocido a un hombre
que me
ha contado:
“Cada
noche lo olvido
todo y
a la mañana
siguiente
consigo
verlo
todo
como si fuera la primera vez”.
Soy
feliz, concluyó.
Y lo
creí. Por sus ojos.
Le
dije, yo quiero eso.
Me
miró.
Es
doloroso, muy doloroso.
Le
dije, entonces, si es doloroso, ¿cómo
puede
ser feliz?
Y pasó
que acabada de hacer la pregunta,
entendí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario