viernes, 15 de enero de 2016

XXVII



XXVII


El alambre azul


El alambre azul de furtivas formas
amenazaba
con romper
la imposibilidad de la cuadratura del corazón,
bamboleante en un baile zumbón
se aproximaba arrebatador.
Sin carnes
pero de veloces artimañas
hacía curvas donde otros aguas
bocetando
los objetos de deseo sexual
como si existieran.
Al hombre, el alambre le hacía guiños de burla
que sospechaba
garabatos de muerte.
Alarma,
daba el vigilante,
alarma.
Pero la daba, además,
atropellado por un azul,
un azul de luna mañanera.
Y claro, nadie le creyó.

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