domingo, 4 de agosto de 2019

CXXX y CXXXI


CXXX

La vida, otra vez

La vida te va
empujando siempre,
sin una puta explicación.
Lo siento, el exabrupto
ha sido inevitable.
Porque la vida sabe
que el final no es muy amable.
Porque la vida recibe órdenes,
a ciencia cierta,
no se sabe bien de quién.
También a ella la empujan.
¿Y si fuese todo
el universo
un juego de muñecas ruso?
Si fuese así,
Dios sería ese pedacito de madera,
casi informe,
insignificante,
que hay al fondo de la serie,
que, solo,
no tiene ningún sentido.

 

CXXXI


Tormenta

Te asomas a la ventana,
las hojas de los árboles
platican apaciblemente,
fuera una suave brisa se lleva la tarde.
Puedes sentir el olor a piel
que se esfuma, mientras su cálida
voz te mece.
Te asomas a la ventana,
las hojas de los árboles
discuten acaloradamente,
se empujan entre ellas,
alguna cae.
Fuera el viento sopla con fuerza
y sin orden ni concierto,
hay nubes negras esperando.
Su voz airada reclama su parte, acaloradamente.
Estamos acompasados, te consuelas.
Y es que el mal tiempo
siempre encrespa los ánimos.


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